domingo, 24 de febrero de 2013

Biografía


Primeros años (1910–1925)
Familia y origen

Frida fue la tercera hija del fotógrafo alemán Guillermo Kahlo y su segunda esposa Matilde Calderón, mexicana de ascendencia española.  Sus dos hermanas mayores fueron Matilde y Adriana; después de ellas nació su único hermano que sobrevivió solo unos días. En julio de 1907 nació Frida y solo once meses después, su hermana menor Cristina. Ella fue su constante compañera y la única de las hermanas Kahlo que dejó descendencia. Además, Frida tuvo tres hermanas mayores por parte del padre: Luisa, la mayor, una segunda hermana fallecida en el nacimiento y Margarita, todas hijas del primer matrimonio de su padre, en 1894, con María Cardeña Espino (llamada también Cerdeña en algunas fuentes), fallecida en el parto de Margarita en 1898.
En 1904, tres años antes del nacimiento de Frida, la familia se mudó a la localidad de Coyoacán en el centro geográfico del Distrito Federal, a la muy conocida Casa Azul del 127 de la calle Londres, convertida actualmente en museo.
Guillermo Kahlo tuvo raíces judías; el fotógrafo nació el 26 de octubre de 1871 en Pforzheim, una pequeña ciudad del estado de Baden-Wurtemberg,  tanto sus abuelos — Jakob Wilhelm Kahlo y Henriette Kaufmann — como el resto de sus antepasados pertenecieron a la burguesía local.
Tras la muerte de su madre (la abuela de Frida) en 1878 y debido a las desavenencias con la nueva esposa de su padre, Wilhelm Kahlo se embarcó en Hamburgo y llegó a Veracruz (México) en 1890. Como parte de la ruptura con su familia de origen, se cambió el nombre por su equivalente en español: Guillermo.

 

Infancia

La vida de Frida estuvo marcada desde muy temprana edad por el sufrimiento físico y la enfermedad. El primero de estos infortunios consistió en una poliomielitis que contrajo en 1913, dando inicio a una serie de sucesivas enfermedades, lesiones diversas, accidentes y operaciones. Esta primera enfermedad la obligó a permanecer nueve meses en cama y le dejó una secuela permanente: la pierna derecha mucho más delgada que la izquierda. Animada por su padre y como parte de su rehabilitación Frida practicó diversos deportes, algunos poco usuales en la sociedad mexicana de su época para una niña, como fútbol o boxeo.

Sin embargo, la evidente limitación motriz, así como las constantes operaciones quirúrgicas y tratamientos médicos hicieron que Frida se desarrollara de modo diferente y con frecuencia se viera impedida de participar con otros niños. Varios de los cuadros que luego pintara en su vida adulta reflejan la temática de la soledad de su infancia. Un ejemplo que se cita con frecuencia es la obra de 1938 Cuatro habitantes de Ciudad de México,  un óleo sobre metal de 32,4 x 47,6 que muestra una pequeña niña sentada sobre una superficie en altura y ataviada con indumentaria de Tehuana. La niña parece abandonada y triste, chupándose el dedo con desolación. Otro cuadro de ese mismo año (Niña con máscara de muerte o Ella juega sola) que Frida pintó en dos versiones muestra a una pequeña niña de unos cuatro años de edad con una máscara de calavera. Si bien se trata aquí del Día de los Muertos, una celebración que en México tiene un carácter de fiesta popular, también se ha comentado el sentimiento de soledad que a pesar de ello transmite la pequeña de este cuadro, quien se supone que representa a la propia Frida.

Mientras la relación de Frida con su madre estuvo marcada por sentimientos ambivalentes de amor y odio, la relación con su padre siempre fue de mucho cariño y cercanía. Y se hizo aún más estrecha tras la enfermedad de poliomielitis de Frida, siendo principalmente el padre quien la acompañó en sus ejercicios y la guio en los programas de rehabilitación.

 

Juventud

Fue alumna del Colegio Alemán hasta 1921 y que allí habría obtenido su certificado escolar.
En 1922 entró en la Escuela Nacional Preparatoria de Ciudad de México, la más prestigiosa institución educativa de México, que recientemente había comenzado a admitir estudiantes de sexo femenino. Eran solo 35 mujeres entre un total de dos mil alumnos. Entonces aspiraba a estudiar medicina en el futuro. En esta escuela conoció a futuros intelectuales y artistas mexicanos, como Salvador Novo, y formó parte de un grupo de alumnos conocidos como Los Cachuchas, que se llamaban así por las gorras que usaban. A este grupo solo pertenecían dos mujeres: Carmen Jaime y la propia Frida. Los demás eran todos hombres que en sus vidas de adulto tuvieron éxito intelectual o profesional en la sociedad mexicana: Agustín Lira, Miguel Lira, Alfonso Villa, Manuel González Ramírez, Jesús Ríos y Valles, José Gómez Robleda y quien se convirtiera en su novio, Alejandro Gómez Arias.
En 1925 tomó clases de dibujo en el taller de grabado de Fernando Fernández Domínguez.

 

Accidente

El 17 de septiembre de 1925 sufrió un grave accidente cuando el bus en que ella viajaba fue arrollado por un tranvía, quedando aplastado contra un muro y completamente destruido. Regresaba de la escuela a casa, junto a Alejandro Gómez Arias, su novio de entonces. Su columna vertebral quedó fracturada en tres partes, sufriendo además fracturas en dos costillas, en la clavícula y tres en el hueso púbico. Su pierna derecha se fracturó en once partes, su pie derecho se dislocó, su hombro izquierdo se descoyuntó y un pasamanos la atravesó desde la cadera izquierda hasta salir por la vagina. Al respecto, Frida comentaba que habría sido esta la forma brutal en la que había perdido su virginidad. La medicina de su tiempo la atormentó con múltiples operaciones quirúrgicas (por lo menos 32 a lo largo de su vida), corsés de yeso y de distintos tipos, como asimismo diversos mecanismos de "estiramiento".

Durante su larga convalecencia comenzó a pintar de manera más continuada. En septiembre de 1926 pintó su primer autorretrato al óleo que dedicó a Alejandro Gómez Arias. En este primer autorretrato emprendió una dinámica que continuaría el resto de su existencia: reflejar en sus cuadros los sucesos de su vida y los sentimientos que le producían.

En 1927 su pintura se volvió más compleja. En ese año pintó el Retrato de Miguel N. Lira, un óleo sobre lienzo de 99,2 X 67,5 cm donde muestra a su compañero cachucha en un fondo muy particular y simbólico lleno de objetos y signos que aluden a su nombre. Apenas un año más tarde realizó el retrato de su hermana Cristina con líneas muy puras y tonos muy suaves.

Por esta época, Frida ya había comenzado a frecuentar ambientes políticos, artísticos e intelectuales. A través de Germán de Campo, un dirigente estudiantil muy admirado por Frida, conoció al comunista cubano Julio Antonio Mella quien vivía exiliado en México con su pareja estadounidense, la fotógrafa Tina Modotti, a través de quienes Frida entró en contacto con el pintor Diego Rivera. Frida y Tina trabaron rápidamente amistad y esta última empezó a llevar a Frida a las reuniones políticas de Partido Comunista de México, organización de la que ya formaban parte varios de sus amigos cachuchas y a la que también se incorporó formalmente Frida. Diego Rivera era militante del Partido Comunista desde 1922.

 

Matrimonio con Diego Rivera

Frida conoció a Diego Rivera a través de Tina Modotti. Anteriormente, en 1922, había tenido ocasión de observarlo, durante la realización de su primer mural en el Anfiteatro Simón Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria. En 1928 había encontrado nuevamente a Diego Rivera en algunas veladas y reuniones a las que asistía con Tina Modotti, pero no había platicado nunca directamente con él. Un día se animó a visitarlo espontáneamente, mientras trabajaba en una serie de murales para el edificio de la Secretaría de Educación Pública, con el objeto de mostrarle sus propios trabajos. Diego quedó impresionado con sus cuadros y la animó a seguir pintando. Desde entonces fue constante invitado a la casa de los Kahlo.

La artista contrajo matrimonio con Diego Rivera el 21 de agosto de 1929. Su relación consistió en amor, aventuras con otras personas, vínculo creativo, odio, un divorcio en 1939 y un segundo matrimonio un año después.

Al matrimonio lo llegaron a llamar la unión entre un elefante y una paloma, pues Diego era enorme y obeso mientras que ella era pequeña y delgada. Por otra parte, Frida, debido a sus lesiones, nunca llegó a tener hijos, cosa que tardó muchos años en aceptar.

En 1930, Frida estuvo embarazada por primera vez. Sin embargo, debido a la posición anómala del feto y a las secuelas del accidente de 1925 en la pelvis de Frida, el embarazo de tres meses debió ser interrumpido, según decidió el médico, Dr. Jesús Marín. Por aquel entonces, también otros médicos opinaron que probablemente Frida nunca podría tener hijos.

A pesar de las aventuras de Diego con otras mujeres (que llegaron a incluir a la propia hermana de la pintora) y de las propias infidelidades de Frida la pareja lograba complementarse en muchos aspectos.

El traje tradicional mexicano consistente en largos vestidos de colores y joyería exótica que vestía Frida fue una sugerencia de Diego y se convirtió, junto a su semblante cejijunto, en su imagen de marca. Él amaba su pintura y fue también su mayor admirador. Frida, por su parte, fue la mayor crítica de Diego.

 

Residencia en EE.UU. (1931–1934)

El ambiente político de México para los simpatizantes de izquierda se volvió complicado debido al gobierno reaccionario de Plutarco Elías Calles. Los encargos de murales a Diego Rivera iniciados por el ministro de educación José Vasconcelos se paralizaron. Como la fama y reputación de Rivera había crecido en los Estados Unidos, le surgieron encargos en el país vecino, trasladando su residencia allí entre 1931 y 1934 y pasando la mayor parte del tiempo en Nueva York y Detroit.

En 1932 le encargaron a Diego Rivera unos murales para un Museo de Detroit. En abril Frida pintó Aparador en una calle de Detroit muy influenciada por Giorgio de Chirico. Se vuelve crítica con la forma de vida estadounidense y lo dejó reflejado en sus pinturas de entonces. En agosto de 1932 contempló un eclipse solar incorporando a sus cuadros el dualismo noche y día convirtiéndose en un elemento iconográfico frecuente y recurrente de su obra.

Encontrándose en esta ciudad Frida sufrió otro aborto. Durante su recuperación pintó su autorretrato Aborto en Detroit, realizado en un estilo más penetrante, inspirado en los pequeños cuadros del arte popular mexicano que recibían el nombre de retablos. Esta pintura era totalmente independiente de lo que hacía su esposo. Rivera, consciente del valor de la obra y de este periodo, dijo: «Frida empezó a trabajar en una serie de obras maestras sin precedentes en la historia del arte, pinturas que exaltaban la cualidad femenina de la verdad, la realidad, la crueldad y la pena. Nunca antes una mujer había puesto semejante atormentada poesía sobre la tela como Frida en esta época de Detroit.»

 

Primeras exposiciones (1935–1939)

Volvieron a México en 1935. Rivera tuvo un romance amoroso con Cristina, la hermana pequeña de Frida. Anteriormente había habido otras infidelidades por parte de Rivera, pero este lío con Cristina afectó mucho a Frida y supuso un giro determinante en sus relaciones de pareja. Aunque llegaron a superar sus desavenencias, Frida inició otras relaciones amorosas tanto con hombres como con mujeres que continuaron el resto de su vida. Rivera tuvo violentos celos sobre las relaciones extramatrimoniales de su esposa aunque llevaba mejor las relaciones lésbicas de Frida que las heterosexuales.

Entre 1937 y 1939 el revolucionario ucraniano León Trotsky vivió exiliado en la casa de Frida en Coyoacán, junto a su mujer. Allí Frida tendrá un romance con el líder comunista. Después del asesinato de Trotsky a manos del miembro de la NKVD estalinista Ramón Mercader, Frida fue acusada como autora del mismo. Esto la llevó a estar arrestada pero finalmente fue dejada en libertad al igual que su marido.

En 1938 el poeta y ensayista del surrealismo André Bretón calificó su obra de surrealista en un ensayo que escribió para la exposición de Kahlo en la galería Julien Levy de Nueva York. No obstante, ella misma declaró más tarde: "Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad".

En 1939 Frida Kahlo terminó un autorretrato donde reflejaba sus dos personalidades: Las dos Fridas. En este cuadro, asimilaba la crisis marital, a través de la separación entre la Frida en traje de tehuana, el favorito de Diego, y la otra Frida, de raíces europeas, la que existió antes de su encuentro con él. Los corazones de las dos mujeres están conectados uno al otro por una vena, la parte europea rechazada de Frida Kahlo amenaza con perder toda su sangre. Ese mismo año expuso en París en la galería Renón et Collea gracias a Bretón. Su estancia en la capital francesa la llevó a relacionarse con el pintor malagueño Picasso y a aparecer en la portada de la revista francesa Vogue.

 

 

Reconocimiento artístico (1939 - 1949)

El 6 de noviembre de 1939 Kahlo y Rivera se divorcian, tras una serie de infidelidades, donde el asunto más doloroso para Frida es la relación entre Diego y su hermana. Frida regresó entonces temporalmente a su casa de Coyoacán. Es un período de ánimo depresivo en el que la artista consumió excesivamente alcohol como manera de aliviar su sufrimiento físico y psíquico. Hay dos producciones pictóricas importantes en este período de separación: Las dos Fridas y Dos desnudos en un bosque.

El 24 de mayo de 1940 se produjo el primer atentado fallido de Siqueiros contra Trotsky, a raíz del cual se realizó un allanamiento en la Caza Azul y Frida estuvo detenida por la policía durante algunas horas.

En agosto de este mismo año Trotsky fue asesinado como consecuencia de un segundo atentado. Frida fue nuevamente interrogada por la policía. Rivera viajó a San Francisco en junio de 1940 y Frida lo sigue pocos meses después, tras el asesinato de Trotski para someterse en esa ciudad a una nueva operación quirúrgica con el cirujano Leo Eloesser, quien ya la había tratado diez años antes, en la primera estadía de la pareja en San Francisco. Tras recuperarse de esta operación, viajó a Nueva York.

Tras el divorcio, Frida y Diego continuaron compartiendo gran parte de la vida social, artística y política que los unía. Frida llegó en septiembre a San Francisco y solo dos meses más tarde, la pareja decide volver a casarse. El nuevo acuerdo amistoso consistirá en vivir juntos, compartir los gastos, continuar con la colaboración artística y excluir de su relación la vida sexual de pareja.

Durante estos años, el reconocimiento artístico a su obra se fue incrementando, especialmente en EE.UU. Intervino en importantes exposiciones colectivas en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en el Instituto de Arte Contemporáneo de Boston y en el Museo de Arte de Filadelfia.

A partir de 1943 dio clases en la escuela La Esmeralda del México, D. F..

En 1950 debió ser hospitalizada en Ciudad de México permaneciendo en el hospital un año.

 

 

Últimos años (1950–1954

En 1953 en ciudad de México se organizó la única exposición individual en su país durante la vida de la artista. En una de las críticas se dijo: «es imposible separar la vida y obra de esta persona...sus pinturas son su biografía».  La exposición fue en la Galería de Arte Contemporáneo. La salud de Frida estaba muy deteriorada y los médicos le prohibieron concurrir a la misma. No obstante, llegó en una ambulancia, asistiendo a su exposición en una cama de hospital. Los fotógrafos y los periodistas se quedaron impresionados. La cama fue colocada en el centro de la galería y Frida contó chistes, cantó y bebió la tarde entera. La exhibición había sido un rotundo éxito.

Ese mismo año le tuvieron que amputar la pierna por debajo de la rodilla debido a una infección de gangrena. Esto la sumió en una gran depresión que la llevó a intentar el suicidio en un par de ocasiones. Durante ese tiempo, escribía poemas en sus diarios, la mayoría relacionados con el dolor y el sufrimiento.

En febrero de 1954 Frida escribió explícitamente en su diario acerca de sus ideas suicidas. Describiendo como una gran tortura los dolores físicos y psíquicos de los últimos seis meses (tras la amputación) señaló que aunque continúa pensando en quitarse la vida, lo único que la retiene es Diego Rivera, a quien no desea abandonar porque tiene "la vanidad" de creer que ella le hará falta. El 19 de abril de 1954 ingresó al hospital inglés tras un intento de suicidio y aunque escribió en su diario que ha prometido no recaer, el 6 de mayo, tras un nuevo intento, tienen que hospitalizarla nuevamente. Sin embargo, el ánimo y la valentía la acompañarán hasta el final: Movilizándose en silla de ruedas, el 2 de julio participó, junto a Diego de Rivera y Juan O'Gorman en una manifestación de protesta contra la intervención estadounidense en Guatemala.

Frida Kahlo murió en Coyoacán el 13 de julio de 1954. No se realizó ninguna autopsia. Sus restos fueron velados en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México y se cubrió su féretro con la bandera del Partido Comunista Mexicano, un hecho que la prensa nacional criticó profusamente. Su cuerpo fue incinerado en el Crematorio Civil de Dolores y sus cenizas se conservan en la Casa Azul de Coyoacán, el lugar que también la vio nacer.

Su último cuadro también se exhibe en el Museo Frida Kahlo. De trata de un óleo sobre masonita que muestra varios cortes de sandías en tonos muy vivos. En uno de estos trozos y junto a su firma se puede leer «VIVA LA VIDA. Coyoacán, 1954, México». Las últimas palabras en su diario fueron: "Espero alegre la salida y espero no volver jamás".

5 comentarios:

Unknown dijo...

Un tema sin duda controversial. Un reflejo de las ganas por vivir y dar a conocer al mundo tu historia.

Unknown dijo...

Hay médicos en tolosa??

Tu gfa dijo...

no

queti dijo...

sin dudas vivió una vida muy dura, una luchadora con todas las letras.
Justamente estoy por tener un oral sobre un artista a elección, la elegí a ella...

Cesar Zorrilla dijo...

Estuve en la Casa Azul, impresionante todo lo que se exhibe allí entre cuadros, vestidos, accesorios para ayuda a estar de pie. Me agrada Coyoacán, un lugar muy bonito de CDMX.